Páginas

01 abril 2012

El Discurso de los finales

Hoy, en el pleno uso de mis facultades sentimentales, quiero expresar mi inconformidad con todos los discursos del mundo. 

Y es que los discursos comunes son grabados y estudiados, para analizar los mensajes que los componen, las intenciones que revelan, los propósitos que persiguen, las acciones que provocan. Los discursos comunes se dicen frente a una grande y desconocida multitud, con la que únicamente se comparte un malicioso intercambio de ilusiones. Los discursos comunes son complejos y este es un discurso simple. Este no es un discurso común, ya que los discursos comunes hablan de principios y yo no quiero hablar de principios, yo quiero hablar de finales, de los finales a los que vengo a declararles mi deslealtad. 

Me opongo rotundamente a la invasiva tristeza que provoca la muerte y a los nudos en la garganta que solo logran desatar las lágrimas. Me opongo a las palabras de pésame, porque ninguna logra describir el peso de la muerte. Incluso, me opongo a llorar por los muertos, porque de ellos solo podré llorar el recuerdo. En todo caso lloraré por los vivos, por esos que te obligan a vestir de negro en los funerales, para evitar que manches de olvido tu ropita de color. 

Bajo ninguna circunstancia apoyaré las despedidas forzadas, repentinas y fallidas. Mucho menos accederé a ser la ingenua cómplice que espera “el regreso”. Antes, mucho antes partiré yo y aunque tenga la certeza de que tardarán mucho en notar mi ausencia, guardaré silencio, de ese silencio que grita y calla al mismo tiempo. 

Asimismo denunciaré con mi indiferencia las esporádicas manifestaciones de atención, las fugaces apariciones en mi vida, las desequilibrantes e inoportunas confesiones, los “te quiero” callados, despechados, aburridos y mentirosos. Los abrazos contenidos. Los “te extraño” monótonos que no hacen más que agrandar la ausencia, la distancia y la soledad. 

Me pronuncio en contra de los amores masivos, repentinos y por encargo. Y es que tengo decidido que el mío será un amor de todos los momentos. Es por eso que no creo en los amores selectivos ni de temporada, porque los usan para lucir y verse bien un rato, pero el que queda gastado es el corazón. 

Hoy también renuncio a celebrar tragedias, llorar alegrías, cantar desilusiones, escribir engaños, memorizar mentiras, enterrar esperanzas, borrar memorias y a sufrir por secretos ajenos. A partir de este día desisto de ser quien esperan que sea, para convertirme en quien creo y deseo ser. 

Me le rebelo a la desgracia, al conformismo y a la mediocridad. A la falta de espontaneidad, de detalles, a la resignación. Con orgullo y emoción le declaro la guerra al pesimismo, porque señoras y señores, no sé ustedes, pero yo no quiero volver a vivir ninguno de estos finales.

10 comentarios:

  1. Gracias por poner esas palabras que mas de uno tenemos atoradas en la garganta sin poderle dar forma o inclusive coherencia

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por leerlo y compartir el sentimiento, eso es aún más importante :)

      Eliminar
  2. Respuestas
    1. Gracias. Es lindo saber que aún alguien lee este blog medio olvidado :)

      Eliminar
  3. Me fueron de mucha ayuda los comentarios sobre la muerte, GRACIAS, eres estupenda, felicidades!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra mucho que haya encontrado aquí un par de palabras oportunas. Muchas gracias por leerme y por comentar. Un abrazo!

      Eliminar
  4. No sé como ni por quien llegue a este apasionante texto. Me gustarìa saber de su autor algo más que un escueto Tiff. Julia Wilberger. Cipolletti. Río Negro. Argentina.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Julia! yo tampoco sé cómo llegaste hasta aquí (tomando en cuenta lo abandonado que está este blog) pero es una bonita sorpresa. Gracias por leerme. Saludos desde El Salvador, Centroamérica.

      Eliminar
  5. Hola! no se si este blog siga activo, pero debo decir que di con este discurso tratanto de buscar algo sobre el final de las cosas y me ha encantado, muchas gracias, saludos desde Morelia Michoacán

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola! gracias por tomarte el tiempo de leer. El blog está bastante olvidado pero al parecer mi discurso se empeña en seguir apareciendo por ahí en los rincones menos pensados del internet. Qué gusto que nos encontraras, espero que te haya servido :) Saludos desde El Salvador.

      Eliminar

Entradas populares