13

"Entre los labios y la voz, algo se va muriendo [...]

Triste ternura mía, ¿qué te haces de repente?"

Neruda, poema 13

Ella es una asesina de pesares, de tristezas, de malos recuerdos y sobre todo de ausencias. No le remuerde la conciencia en lo absoluto, es más, se jacta de ello. Tono suave, palabras sencillas, eufemismos, diplomacia, como le quieran llamar, todo menos mentiras... a lo sumo omite ciertas cosas, siempre en busca del bienestar -ya sea el ajeno o el propio- todo completa e inocentemente alejado de la malicia o la mala intención.

No quiere intentar nada inútil, ni invertir fuerzas en lo absurdo, muchos menos enviar palabras al vacío, ni crear fantasías que nunca se harán realidad. No hablará de un rostro que aún no conoce o del que aún no esta segura de conocer. No confesará un amor que aún no existe, porque pese a que lo sienta, la existencia de ese amor depende de dos.

Ella prefiere su ingenua infancia amorosa que una vana experiencia en el desamor.